En el cálido pueblo costero de Naguabo, donde el mar Caribe acaricia la tierra con ritmo de danza, nació un 9 de marzo de 1894 un niño que llevaría la música en la sangre. Pedro Flores Córdova. Desde pequeño, las melodías del viento entre las palmeras y el susurro de las olas sembraron en él una sensibilidad única, la misma que años después se convertiría en canciones que atravesarían fronteras.
Pedro no fue solo un compositor; fue un narrador de emociones. En una época en que el bolero comenzaba a florecer como expresión del amor y el desamor, él supo tejer versos sencillos pero profundos, acompañados de armonías que se quedaban grabadas en el alma. Canciones como: Obsesión, Amor perdido y Bajo un palmar, no solo se escuchaban, sino que se sentían, porque Pedro escribía desde la verdad de su propio corazón.
Su vida no fue fácil. Como muchos artistas de su tiempo, enfrentó la pobreza y las dificultades, pero nunca abandonó su pasión. Trabajó como tabaquero en su juventud, oficio común en el Puerto Rico de entonces, pero su mente siempre estaba en la música. Más tarde, se trasladó a Nueva York, donde se unió a la vibrante comunidad de músicos puertorriqueños que estaban redefiniendo la música latina en los años 30 y 40. Allí, su talento brilló con fuerza, y sus composiciones fueron interpretadas por grandes voces como: Daniel Santos, Myrta Silva y Pedro Ortiz Dávila "Davilita".
Aunque vivió gran parte de su vida fuera de Puerto Rico, su música siempre llevó el sello de su tierra. Los versos de Perdón (Perdón si hoy llamé a tu puerta...) o la nostálgica "Irresistible" hablan de amores intensos, de ausencias y de esa melancolía tan propia del Caribe.
Pedro Flores falleció en San Juan, un 13 de julio de 1979, pero su legado sigue vivo. Hoy, cuando un trío entona "Desvelo de amor" o una orquesta revive "Linda", su espíritu perdura. Porque Pedro no solo escribió canciones; creó himnos al amor, eternos como el mar que lo vio nacer.
Y así, entre acordes de guitarra y suspiros de trompeta, el nombre de Pedro Flores sigue siendo sinónimo de bolero, poesía y puertorriqueñidad.
Comentarios
Publicar un comentario
Tus comentarios son muy valiosos para este proyecto